Reserva de valor

El término “reserva de valor” se utiliza a menudo para describir al Bitcoin, pero ¿qué significa? 

Para empezar, cualquier activo puede considerarse una reserva de valor si se espera que mantenga su poder adquisitivo. Esto significa que los activos que constituyen “reservas de valor” deben permanecer estables o aumentar su valor, pero también deben seguir siendo útiles en el futuro. 

Hay varios aspectos que son comunes a los activos considerados buenas reservas de valor, aunque no todos son necesarios:

• Aceptabilidad: una gran parte del mercado reconoce el valor del activo.
• Durabilidad: es probable que el mercado acepte el activo en cualquier momento.
• Liquidez: el activo se puede canjear de forma rápida por una amplia variedad de activos. 
• Escasez: el suministro de un activo es cuantificable y es poco probable que aumente de forma significativa. 

Los inversores menos tolerantes al riesgo emplean las reservas de activos de valor, ya que su tesis principal para invertir es que existe una demanda permanente y estable de dicho activo.
 

Ahora que tiene una visión general sobre lo que es una reserva de valor, es importante que tenga en cuenta que los inversores tienden a diversificar su patrimonio entre distintas reservas de valor.

Vamos a profundizar en algunos ejemplos de reservas de valor.

Divisas

El ejemplo más común de una reserva de valor lo siguen constituyendo las divisas gubernamentales convencionales, gracias a su durabilidad, su liquidez, su portabilidad y su aceptación. 

Es importante destacar que las divisas pueden conservar su poder adquisitivo a lo largo del tiempo y, al mismo tiempo, son el medio de intercambio más líquido, lo que significa que cualquier persona puede cambiarlo por bienes y servicios en cualquier momento. 

Cabe mencionar que las divisas gubernamentales tienden a perder poder adquisitivo poco a poco debido a la inflación, causada por el continuo aumento de sus suministros en circulación, un aspecto que ha llevado a críticas contra las divisas gubernamentales por parte de los defensores de las criptomonedas y del bitcoin. 

También debemos señalar que la mayoría de las divisas gubernamentales se benefician de la falta de competencia en el mercado, ya que las leyes y las normativas a menudo estipulan que el comercio que se produzca dentro de las fronteras de una nación debe realizarse con una divisa específica. 

Metales preciosos como reservas de valor

Los metales preciosos, como el oro, la plata o el platino, son las reservas de valor más utilizadas debido a su escasez, durabilidad y aceptabilidad.

Históricamente, las economías han utilizado metales preciosos para facilitar el comercio y muchos países respaldaban antaño sus divisas con estas materias primas naturales. 

Con el “patrón oro”, una persona podía incluso canjear el dinero de su gobierno a cambio de onzas de oro siempre que lo deseara. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos de hoy ya no se ciñen al patrón oro.

Bitcoin como reserva de valor

El Bitcoin se percibe como una reserva de valor sólida debido a su escasez, su transferibilidad y su durabilidad. 

De hecho, el Bitcoin a menudo se denomina “oro digital”, ya que comparte muchas de las funciones del metal precioso homólogo. El Bitcoin, como oro digital, se considera más divisible y fungible que los activos de oro tradicionales. 

Otra característica importante a conforma su capacidad de funcionar como un buen medio de intercambio a nivel global, gracias a su divisibilidad y a su escasez. A diferencia de otros bienes digitales que le preceden, Bitcoin pudo operar en un mercado abierto con la garantía de no poder copiarse ni gastarse más de una vez.

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Otras reservas de valor

Con el tiempo, ha habido innumerables intentos de crear reservas de valor, desde conchas de mar hasta barriles de whisky, entre muchos otros objetos. 

Hoy en día, una forma popular de reserva de valor se puede encontrar en los artículos coleccionables, tales como las tarjetas coleccionables y los bienes inmuebles, que son bienes escasos y deseados en sus respectivos mercados. 

Yendo un paso más allá, existe una demanda cada vez más creciente por la versión digital de los objetos coleccionables, conocidos como tokens no fungibles (NFT), tokens criptográficos únicos que representan estos objetos coleccionables que, al igual que las criptomonedas, pueden comprarse, venderse e intercambiarse a través de Internet sin intermediarios.

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