¿Qué es un NFT?

Tomar una fotografía de una obra de arte en la pared de un museo no hace que quien toma la fotografía posea el cuadro, ni hace que la imagen capturada sea la obra de arte original. Lo sabemos porque existe un consenso entre los intermediarios, como los conservadores, los expertos, los coleccionistas y el público general, sobre cuál es la original, qué es una copia y quién es el propietario legítimo.

 

Lo mismo ocurre con los NFT y esto es lo que otorga a un NFT original, y no a las copias guardadas con el botón derecho del ratón, su valor y su escasez demostrables. Pero, en lugar de confiar en el criterio de las personas para verificar la autenticidad o la propiedad de un bien, los NFT utilizan el poder de consenso de la tecnología de blockchain. 

 

En resumen, los NFT hacen uso de pruebas matemáticas objetivas, en lugar de confiar de forma subjetiva en un individuo u organización, para verificar la propiedad y autenticidad.

A pesar de su reciente auge, el inicio de los NFT se remonta a los primeros años de la tecnología de blockchain. El concepto de NFT se creó a partir de las colored coins, o monedas coloreadas, en 2012. Las colored coins, almacenadas en la blockchain de Bitcoin, ofrecían una manera de representar la propiedad de activos del mundo real, como bienes inmuebles o acciones. Años más tarde, se acuñó “Quantum”, un hipnótico bucle conformado por un octágono palpitante y multicolor del artista digital Kevin McCoys, en la blockchain de Namecoin. Esta obra se suele considerar el primer NFT.

 

Tras la viralidad de colecciones como Rare Pepes en la plataforma Counterparty basada en Bitcoin, Ethereum impulsó en 2018 la viabilidad de los NFT a través de CryptoKitties y el estándar ERC-721. Esto allanó el camino a otras redes de blockchain con contratos inteligentes, como Solana, Polygon y Tezos, para fomentar la adopción y la circulación de los NFT.

 

Hasta la fecha, los NFT se han utilizado principalmente para rastrear la propiedad y la autenticidad de las obras de arte digitales y los artículos coleccionables. Algunos de los primeros NFT, como los de CryptoPunks, representan piezas que plasman los primeros momentos de un cambio cultural sobre el concepto de propiedad. Los casos de uso descentralizados de la propiedad de los NFT en otros ámbitos más allá del arte, desde la verificación de documentos financieros confidenciales hasta el acceso exclusivo a experiencias en la cultura pop, siguen en aumento. 

Los NFT y las redes de blockchain en las que existen emplean conceptos de la criptografía y la informática para mantener y compartir información de forma segura. Esto se hace de forma directa entre individuos sin necesidad de que existan una supervisión y una verificación centralizadas. 
 

Si ya conocía esta información, quizá quiera leer el informe de Kraken Intelligence, Redefiniendo la escasez digital, que explora las diferencias técnicas de los marketplaces de NFT como OpenSea y Rarible, así como los estándares de tokens NFT, como ERC-721 y ERC-1155. 

Pero si está dando sus primeros pasos en el mundo de las blockchains y los NFT, se encuentra en el lugar correcto.

Las blockchains utilizan criptografía de claves públicas-privadas y funciones de hash para compartir información cifrada a través de una red de usuarios distribuida. Esta información se almacena en “bloques” que “se encadenan” mediante la inclusión de información del bloque anterior en cada bloque nuevo. Este enfoque de incluir información del bloque anterior en cada bloque nuevo permite la existencia de un registro de auditoría completo que se remonta hasta la creación de la blockchain. También hace que la red identifique si un bloque de información se ha manipulado de alguna forma.

En lugar de mantener estos bloques de información encadenada en una sola ubicación, las blockchains distribuyen copias a través de una red de equipos, denominados individualmente nodo.

Las blockchains utilizan un programa informático sofisticado, denominado algoritmo de consenso, para mantener un acuerdo sobre la información que se añade a la red y se comparte entre los nodos participantes. Esto proporciona a las blockchains sus características definitorias de ser: 

Consulte la guía completa del Centro de Aprendizaje de Kraken ¿Qué es la tecnología blockchain? para obtener una vista general detallada.

 

Los NFT se crean mediante contratos inteligentes, reglas de programación que se añaden y ejecutan en la blockchain. El contrato inteligente que respalda un NFT sirve como prueba inviolable de que una persona u organización específicas crearon el archivo multimedia asociado a un NFT. También demuestra quién es el propietario legítimo del artículo. En última instancia, las normas deterministas del contrato inteligente que controla el NFT permiten a los individuos sortear la supervisión de los intermediarios centralizados susceptibles a errores o fraudes. 

 

Ethereum, Solana, Cardano, Flow y Tezos son solo algunas de las plataformas de blockchain con contratos inteligentes que permiten la creación y el mantenimiento de NFT. Mientras que cada blockchain funciona de una manera diferente, todas ofrecen una forma descentralizada, distribuida e inmutable de mantener un registro compartido de información veraz.
 

En la mayoría de las blockchains, los NFT se crean interactuando con un contrato inteligente. Existen multitud de plantillas de contratos inteligentes para crear NFT en una gran variedad de fuentes abiertas, como las distintas plataformas de blockchain que admiten NFT o marketplaces de NFT, o las que ofrecen creadores destacados en el sector.

 

Los NFT se crean y registran en la blockchain mediante un proceso conocido como acuñación. Casi cualquier archivo multimedia puede acuñarse como un NFT, ya sea una sola línea de texto o una experiencia de realidad virtual completa. A través del proceso de acuñación, se añaden a la blockchain la dirección criptográfica del creador del NFT y los elementos clave de la información que lo identificará, conocida como metadatos. Entonces, el NFT se crea y el archivo multimedia digital que representa el NFT a menudo se sube a una ubicación externa (más información en la siguiente sección).

 

Los contratos inteligentes que crean NFT precisan del pago de una tarifa de gas dirigida a los participantes de la red, conocidos como validadores, que mantienen la autenticidad del estado de propiedad del NFT. Las tarifas de gas incentivan a los validadores a actuar con honestidad y a mantener el consenso con el resto de los participantes de la red.

Al igual que otras criptomonedas destacadas como Bitcoin, Polkadot y Algorand, los NFT se protegen y se mantienen. Entre los nodos participantes, se copia y se comparte un registro completo de las transacciones históricas y la secuencia de propietarios de un NFT. Cada nodo contribuye a garantizar la seguridad y el mantenimiento preciso de los registros de ese NFT.

 

El algoritmo de consenso garantiza a su vez que todos los nodos participantes de la red se muestren de acuerdo. Los algoritmos de consenso, como los de proof-of-work o proof-of-stake, garantizan que las nuevas transacciones se registren y se almacenen con precisión, de forma que prácticamente se elimine la posibilidad de alterar la red o su contenido. 

 

Mientras que los metadatos, la cadena de custodia y el registro de autenticidad de un NFT se almacenan en la blockchain, esto no suele ser así con los recursos multimedia que un NFT representa. Como almacenar archivos de imágenes de gran tamaño directamente en una blockchain puede ser caro, muchos eligen almacenar off-chain el archivo multimedia que el NFT representa y lo referencian a través de un enlace almacenado en el NFT en la blockchain. 

Es importante comprender bien dónde se almacenan y se mantienen los recursos multimedia asociados a un NFT, que se definen dentro del contrato inteligente que impulsa el NFT, no en el método que una persona elija para custodiarlo. Aunque las soluciones de almacenamiento multimedia centralizadas ofrecen ciertas ventajas, podrían hacer que los recursos multimedia fuesen más vulnerables ante modificaciones o ante su eliminación. Las alternativas descentralizadas, como Arweave o el sistema de archivos interplanetario (IPFS), se presentan como posibles soluciones que abordan muchas de las vulnerabilidades asociadas a los servicios centralizados de almacenamiento de recursos multimedia.